
Edgar Vivar es uno de los personajes más entrañables de uno de los sucesos televisivos más extraños de los últimos tiempos en el país.Encarnó, con toda su humanidad, al “Señor Barriga” y a “Ñoño” en “El Chavo del ocho”, junto a decenas de personajes variados durante el ciclo.La cuestión es que, de paso por el país, fue invitado a formar parte del ciclo de los gordos famosos y desconocidos.Y así, cuando en “Cuestión de peso” se disponía a saber por cuántos kilos andaba después de someterse a una operación de by pass gástrico, le pasó lo mismo que al intentar cobrarle la renta a Don Ramón: nada. En este caso, la balanza no funcionó y nunca empezó a marcar el pesaje, como suele ocurrir.Esta cuestión, además de los reproches generalizados de Andrea Politti hacia la producción del programa de Canal 13, provocó que el hombre debiera aguantar un día más sin conocer su peso televisivo, y recién ayer el aparato fue concluyente: 128,900 kilos.Muy lejos, según contó, de los 165 que llegó a pesar antes de la operación.Así como hizo reír a generaciones y generaciones, también se las arregló para conmover al contar su lucha cotidiana contra “la adicción por la comida”.“Siempre tuve problemas por la obesidad. Me reconozco un adicto a la comida, y como todas las adicciones, van a terminar con la resistencia. Sí o sí hay que enfrentarla tres veces por día, ya que, a diferencia de otras adicciones, el adicto a la comida no puede dejar de comer”, relató.
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