Cecilia Oviedo. La nueva novia de Daniel “la Tota” Santillán desde hace un mes y medio dice que apuesta todo por este nuevo amor.
Empezó como confidente. Una oreja amiga dispuesta a escuchar las penas de alguien que no está pasando por su mejor momento. Pero una cosa fue llevando a la otra y hoy, aunque suene apresurado, Cecilia Oviedo ya puede ostentar el título de novia de Daniel “la Tota” Santillán. “Lo conocí hace seis años, trabajando para él. Luego pasaron cuatro años sin vernos, y hace un mes y medio nos reencontramos”, dice la rubia, que tiempo atrás fue tapa y protagonista de varias producciones hot de la revista Claro, de Editorial Perfil. “Me acerqué porque lo vi muy mal. Me convertí en su compañera para levantarle la autoestima, y me eligió. El puede tener a cualquier mujer al lado… el teléfono no le para de sonar. Pero en mí encontró a alguien que le hizo el aguante y lo escuchaba por teléfono a las cinco de la mañana mientras lloraba por amor”, agrega la homónima de la mujer de Nito Artaza sobre los primeros acercamientos con el conductor bailantero que, durante el verano, se separó de Fernanda Vives. “Ahora está mucho mejor. Hace quince días que empezó a ir al psicólogo. La separación le hizo muy mal y todavía está de duelo. Se tiene que mudar porque cuando se ve solo en esa casa, no puede parar de llorar”, cuenta Cecilia a Semanario.
Oviedo también viene de una reciente separación. Hace seis meses, esta voluptuosa mujer terminó una relación con el ex futbolista de Boca y San Lorenzo, Raúl “Pipa” Estévez, que actualmente está jugando en Chile. Por eso prefiere ir despacio en el comienzo de esta nueva historia de amor. “Primero tiene que ordenar su cabeza. Yo sé que me quiere un montón, pero un clavo no quita a otro clavo”, asegura con una sonrisa en clara referencia a Fernanda Vives. Sin embargo, cuando se deja llevar por lo que siente su corazón, la racionalidad queda a un costado, y afloran los verdaderos sentimientos que le despierta la “Tota” Santillán: “Es un tierno, un dulce. Todos los días me conquista. Me dice cosas lindas. Siempre está pensando en ayudar a los demás, pero es tiempo de que se ocupe un poco de él”.
Se percibe que hay algo especial flotando en el ambiente. Algo que va bastante más allá de ser el punto de apoyo de alguien que no atraviesa su mejor etapa. Y con la frase del final, Cecilia nos da la razón. “Creo que puedo convertirme en la mujer de su vida. El otro día, Daniel me preguntó si me gustaría formar una familia… y la verdad es que me encantaría”.
Cecilia Oviedo es la mujer que acaba de irrumpir en la vida de la Tota. Y todo hace suponer que no se trata de un amor pasajero. Al final de cuentas, el amor no es una cuestión de tiempo.
sábado, 31 de mayo de 2008
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